Para la Asociación de Concentración Solar de Potencia, la salida de la Central Bocamina II, es un logro en el proceso de descarbonización la matriz energética del país, sin embargo, aseguran que dejar atrás el carbón no significa necesariamente avanzar en la adopción de energías más limpias, tras el informe del Coordinador Eléctrico en que se indica que la central en cuestión deberá ser alimentada por generación local adicional (diésel), durante las horas de mayores demandas.
“Cuando nos enteramos de que Central Bocamina II se cerraría, tras tan sólo 10 años de funcionamiento, pensamos que era una excelente señal de la intención real de dejar atrás combustibles fósiles en la generación de energía. Pero ahora se informa que la ciudad de Concepción requerirá diésel para poder responder a la demanda y eso es lo opuesto a avanzar en una matriz energética limpia”, aseguró Cristián Sepúlveda, gerente de la Asociación de Concentración Solar de Potencia.
Una opinión compartida entre otras agrupaciones nacionales y es que Sepúlveda recalca que “reemplazar carbón por diésel no apunta a tener una matriz energética más limpia”.
El directivo reconoce que las energías renovables como la fotovoltaicas o eólica, necesitan contar con alternativas de almacenamiento de larga duración, ya que el sistema requiere estabilidad, ahí es que la Concentración Solar de Potencia se transforma en una alternativa eficiente, ya que “la Concentración Solar de Potencia tiene grandes atributos para la generación eléctrica de Chile, por ejemplo, una planta de este tipo puede funcionar 24 horas al día, 7 días a la semana. Es una tecnología dos por uno, almacena para generar luego”.
En la última licitación, aun cuando se entregaron precios competitivos, no fue posible adjudicarse los bloques horarios ofertados, por lo que Sepúlveda señaló que “esperamos que las autoridades permitan que nuestra industria pueda ser parte del cambio de una matriz energética que funcione a base de energías renovables no convencionales”.