Según SLR, consultora global de sostenibilidad, los planes de transición
son una estrategia que permite a las compañías definir cómo se ajustarán
a las exigencias que impone el cambio climático.

 

El compromiso de alcanzar la neutralidad de sus emisiones de
carbono a 2050 ha despertado la preocupación de las empresas. Desde el sector financiero
al minero, diversas compañías se han comprometido a lograr la meta antes o dentro del
plazo establecido. Sin embargo, pocas cuentan con un plan de transición climática para
alcanzarlo: de acuerdo a una encuesta del Carbon Disclosure Project (CDP), solo el 0,4% de
las empresas a nivel global cuenta con una estrategia de transición climática creíble.
“Es fácil para una empresa declarar que está al tanto de los riesgos y oportunidades del
cambio climático, pero el tener un plan de transición demuestra que efectivamente tiene
claro cómo navegar y conducir con éxito su negocio, avanzando hacia la carbono
neutralidad”, dice Ana Amar, directora para América Latina de SLR, consultora global
de sostenibilidad.
Los planes de transición climática son un instrumento que permite a las empresas definir
cómo van a reorientar sus activos existentes y su modelo de negocio para ajustarse a las
recomendaciones de la ciencia climática. La estrategia incluye líneas de acción con plazos
definidos, las cuales deben establecer objetivos para reducir a la mitad las emisiones de
gases de efecto invernadero para 2030 y alcanzar cero emisiones para 2050, limitando así
el calentamiento global a 1,5 C°.
De acuerdo a Amar, la incorporación de estos planes son un desafío global, aunque
afectarían particularmente a Chile. “Dada su geografía, nuestro país es uno de los que se
vería más afectado por los cambios climáticos en los próximos años. Por otra parte, los
planes de transición deben prevenir efectos sociales indeseados, como pérdidas de
empleo, lo cual es especialmente relevante considerando los índices de desigualdad de
Chile. Ese es el concepto de Transición Justa”, afirma la directora para América Latina de
SLR.
¿Cómo elaborar un plan exitoso?
El diseño de un plan de transición climático es un proceso complejo, pero no imposible.
Según SLR, las estrategias deben comenzar por lo básico: priorizar las acciones ya
implementadas por la empresa, construir una base sólida de políticas sustentables que
sirvan de precedente para acciones posteriores y, lo más importante, no perder de vista
“por qué” se aplicará el plan.
“El primer paso es comprender por qué su organización quiere implementar
voluntariamente un plan de transición climática. Esta ambición puede servir como fuerza

motivadora a la hora de establecer objetivos y acciones con ‘efecto cascada’ en toda la
organización”, explica Amar.
Otra recomendación de SLR es reordenar las políticas que ha implementado la empresa
para mitigar el cambio climático. El proceso es iterativo y necesariamente algunas
acciones llevarán más tiempo que otras, por lo que es importante establecer prioridades
de manera efectiva. “Por ejemplo, desarrollar un análisis de riesgos climáticos integrados
es más importante que actuar en pequeños detalles, o implementar métricas muy
específicas”, recalca la directora para América Latina de SLR.
Por otra parte, es relevante que las empresas involucren internamente a todos sus
departamentos -como finanzas, adquisiciones y sostenibilidad- para recabar información
sobre las áreas prioritarias de acción climática. “Los planes de transición son holísticos y
requieren un esfuerzo multidisciplinario para tener éxito. La participación temprana de
estas áreas sentará un buen precedente en el futuro”, cierra Amar.
Sobre SLR
Desde 1994, SLR ha trabajado con sus clientes para hacer realidad la sostenibilidad,
gracias a sus profundas capacidades de implementación técnica. La firma tiene su base en
el Reino Unido, y hoy cuenta con operaciones en Europa, América Latina, África, Estados
Unidos, Asía Pacífico y Canadá. Suma un equipo de más de 3.000 asesores, capaces de
abordar los desafíos de sostenibilidad más complejos y variados.
En 2021 SLR arribó a Chile y América Latina con la adquisición de Corporate Citizenship,
consultora estratégica global, especializada en negocios sostenibles y responsables que
crean valor a largo plazo para todos sus stakeholders. De esta manera, la fusión de ambas
firmas ha permitido conformar una empresa líder global en soluciones de sostenibilidad,
que brinda a sus clientes una combinación única de asesoría estratégica y soporte técnico
en terreno.