- De acuerdo a la UNESCO, menos del 30% de los investigadores del mundo son mujeres, brecha que se debe reducir por medio de políticas y programas que permitan avanzar hacia la paridad.
Chile ha avanzado significativamente en potenciar la educación de los niños y niñas. Actualmente, la cantidad de jóvenes de ambos sexos que no reciben un título de educación media es tan bajo en nuestro país, como lo es en la media de la OCDE. Sin embargo, queda mucho por hacer para reducir las brechas de género en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática), ya que según datos de ONU Mujeres en Chile, México y Perú todavía representa menos del 34% del total de investigadores en comparación con otros países de Latinoamérica.
Ello da cuenta de la necesidad que existe para reestructurar la educación chilena y abrir más espacios de aprendizaje, con el objetivo de terminar con las brechas entre mujeres y hombres en carreras relacionadas con la ciencia.
“Según datos del MINEDUC 2018-2019, el 19% de las matrículas pertenecientes a carreras STEM son de mujeres, algo relativamente bajo en comparación a los hombres. Esta brecha educacional, futuramente, representa en la vida de las mujeres diferencias laborales y salariales que robustecen barreras de género, afectando el óptimo desarrollo hacia una región más equitativa”, indicó Valeria Varas, Subgerenta de Desarrollo Empresarial AIA.
Entre las dimensiones de la brecha de género no solo se encuentra el complejo escenario en las áreas STEM, sino que también la desigualdad salarial en la ciencia es una realidad. De acuerdo al estudio del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Evaluación de brechas de género en la trayectoria de investigación, las mujeres son remuneradas con un salario inferior.
“Los desafíos que enfrentamos son múltiples. Pese a las normativas y al avance evidente que hemos tenido en esta materia, debemos comenzar por eliminar estereotipos para transformar la educación en STEM, facilitando espacios, políticas y programas que incentiven el interés de mujeres y niñas por la ciencia”, señaló Valeria Varas.
En Latinoamérica, estimular la participación en la formación de ciencia y tecnología es un ejercicio constante que entrega mayor derecho a mujeres y niñas. Además, centrar los esfuerzos en potenciar sus capacidades ayuda a enfrentar los cambios constantes del mundo laboral, con un enfoque de género para avanzar hacia una sociedad más equitativa y diversa.