Esta instancia tiene por objetivo sofisticar la industria de la agricultura y
prepararla para fenómenos como el cambio climático y la desertificación.

La Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Norte reunió a
importantes actores de la macrozona en una Mesa de Agroalimentos en Zonas Áridas,
instancia que abordó la necesidad de preparar la industria de la agricultura para la futura
desertificación, discutiendo ideas sobre el desarrollo tecnológico, la capacitación y la
vinculación de las investigaciones con el sector productivo, con énfasis en la importancia de
generar capital humano avanzado para encargarse de estos desafíos.

Durante la reunión formaron parte de este diálogo todos los Seremis de Agricultura de la
macrozona norte, académicos, profesionales del Instituto Nacional de Innovación Agraria
(INIA), de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y de Corfo, como también
representantes de las empresas UltraCropCare y Corteva que actualmente se encuentran
involucrados en proyectos relacionados con la agricultura de la zona norte.

“Esta colaboración multisectorial busca identificar oportunidades y aunar criterios con
el propósito de sofisticar la industria de la agricultura y prepararla para fenómenos como
la desertificación y el cambio climático. A través de instrumentos de inserción de capital
humano avanzado y la incorporación de equipamiento tecnológico en la industria
agroalimentaria, nuestra meta es implementar una política pública que responda
eficazmente a las necesidades del sector, promoviendo el desarrollo sostenible y la
innovación en zonas áridas y apalancando los esfuerzos de la agenda de Mejor Trabajo
en Investigación”, explicó el Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación,
Cristian Cuevas Vega.
Por su parte, la profesional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Marjorie
Allende, destacó la importancia de desarrollar tecnología en terreno para atraer capital humano
avanzado a la macrozona norte. “La creación de esta mesa es muy importante para
abordar la demanda de capital humano avanzado en zonas extremas del país, es una
brecha que ha persistido durante décadas y que dificulta la retención de talento
científico. Generalmente el capital humano que existe tiende a enfocarse en
investigaciones científicas o levantamiento de papers, sin embargo, en las regiones extremas lo que se necesita es el desarrollo de investigación aplicada o en terreno para
escalar las tecnologías que se puedan desarrollar”, agregó Marjorie.

Javier Carter, gerente de Corteva Estación Arica, manifestó que “es crucial avanzar
tempranamente en estrategias de innovación y formación para enfrentar las dificultades
que puedan surgir a corto, mediano y largo plazo. El recurso humano es el motor de
cualquier desarrollo y enfocarse en la capacitación y formación de profesionales
especializados en agricultura y tecnología agroalimentaria es una apuesta inteligente,
junto con la colaboración entre actores públicos, privados y académicos, será esencial
para potenciar el desarrollo agroalimentario en la macrozona norte”.

“La región tiene una fragilidad respecto del abastecimiento de alimentos y esa es una de
las cosas que debe enfrentar la mesa respecto a seguridad alimentaria. En segundo
lugar, es vital considerar que lo que ocurre en este desierto es un modelo a aplicar en
situaciones que se están viviendo como consecuencia del cambio climático, zonas que
antes eran agrícolas se empiezan a desertificar y empiezan a tener necesidades que la
ciencia y la tecnología deben considerar para generar alternativas de eficiencia en el uso
del agua o con cultivos capaces de tolerar la sequía, un programa regional para el
mejoramiento de cultivos nativos que toleran la falta de agua, la salinidad, me refiero a la
quinoa, el maíz ancestral, a las papas y una serie de cultivos vitales y que podrían servir
para abastecer la zona”, agregó José Delatorre, académico e investigador en el área de
agricultura del desierto en la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la Universidad
Arturo Prat.

La mesa culminó su diálogo con una revisión de datos sobre capital humano avanzado,
formado en materias relacionadas a la industria agroalimentaria en zonas áridas, estos
antecedentes son hallazgos para afianzar el diseño e implementación de instrumentos de
captación e inserción, así como la necesidad de considerar la atracción de talento local para
fortalecer la base científico-tecnológica en la zona y escalar proyectos que tengan un impacto
real en la comunidad con una perspectiva global.