Hasta el 2 de marzo, la ciudadanía podrá desarrollar los 7 cursos online gratuitos de Misión Cavendish, una iniciativa de Club de Innovación y H2 Chile, junto con la colaboración de distintas entidades, entre ellas TCI Gecomp, mediante la cual buscan seguir acercando las oportunidades del hidrógeno verde en Chile, con una mirada especial a la comunidad.
Para ahondar más sobre esta temática, entrevistamos a Mario Gómez, presidente de TCI Gecomp www.tci-gecomp.com, y uno de los relatores de los nuevos cursos gratuitos de Misión Cavendish. Revisa sus declaraciones a continuación:
¿Cuál es la importancia que TCI Gecomp le atribuye a la incorporación del hidrógeno verde en Chile?
TCI es una empresa de ingeniería y construcción especializada en instalaciones de energías renovables que cuenta con más de 25 años de experiencia. Como empresa consolidada en el sector de las energías renovables, el paso lógico para nosotros ha sido seguir apostando por la sostenibilidad e integrando una nueva línea de trabajo para el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde, donde las energías renovables juegan un papel fundamental en su producción.
Nuestra percepción desde TCI es que, tanto en Chile como en el resto del mundo, las tecnologías del hidrógeno, por el gran papel que están destinadas a jugar en la descarbonización y por las múltiples oportunidades que ofrecen a la hora de su aplicación, están destinadas a experimentar un crecimiento exponencial. Y esto está motivado en gran medida por el impulso político y comercial sin precedentes que está teniendo lugar.
Chile se ha posicionado como uno de los países con mayor potencial renovable del mundo, lo que va ligado a poder generar un hidrógeno verde cada vez más competitivo en relación a otras opciones contaminantes. Esto le abre muchas posibilidades al país, ya que el desarrollo de una cadena de valor del hidrógeno aliviaría problemas de dependencia energética, resolviendo problemas de descarbonización local y pudiendo llegar a tomar un nuevo papel económico a nivel mundial como uno de los principales exportadores de hidrógeno verde.
Pero no únicamente hay que quedarse con lo que Chile por sus particulares condiciones puede ofrecer al desarrollo de una economía global del hidrógeno verde, sino hay que ir más allá. También hay que considerar lo que el desarrollo de esta nueva economía puede suponer para Chile: cómo el hidrógeno favorece mecanismos para una economía circular, el impacto en la empleabilidad, creación de servicios, desarrollo de capital humano especializado. Todo esto también representa un impulso económico y tecnológico a nivel país que no debemos dejar pasar; por responsabilidad medioambiental, social y económica.
A su parecer, ¿por qué es importante que la ciudadanía entienda el rol que juega el hidrógeno verde tanto para el desarrollo económico como para la descarbonización de Chile?
Principalmente para que la ciudadanía entienda qué es lo que se está buscando cuando hablamos de desplegar este mercado. Que adquiera capacidad crítica para identificar las oportunidades que ofrece el hidrógeno verde, y que los posibles recelos que pueda despertar un nuevo mercado basado en el hidrógeno como energético se vean diluidos al aprender que son mucho mayores los beneficios a obtener.
Estamos en una situación de urgencia climática y la sociedad es cada vez más consciente de ello. Los datos que ofrecen los principales organismos internacionales de referencia, como las Naciones Unidas, nos llevan a la necesidad de descarbonizar nuestras economías ya que el calentamiento global es peor y más rápido de lo que esperábamos, por lo que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
El hidrógeno permitirá una mejora en la calidad del aire, al reducir las emisiones de gases contaminantes en los procesos en los que interfiera. Además, el impacto en términos de extracción es mucho menor, dado que el hidrógeno no se “extrae” de la naturaleza, sino que la propuesta del hidrógeno verde es poder producirlo a partir de fuentes renovables o inagotables, como son el sol o el viento. La mayor parte de las energías renovables son variables temporal y geográficamente, no están disponibles cuando se requieren, ni donde se utilizan. Con un desarrollo económico del hidrógeno lo que se busca es poder almacenar las energías renovables variables y ofrecer a la sociedad y a todas las comunidades una alternativa de energía limpia y asequible, que llegue allá donde otras opciones de almacenamiento no ofrecen a día de hoy.
Adicionalmente al componente medioambiental, el hidrógeno permitirá un desarrollo económico, por la necesidad de reconversión de ciertas industrias y los nuevos empleos que se generarán en torno a este nuevo mercado. Todo ello provocará anclaje de población, nuevos centros de producción y riqueza local. Por lo que la ciudadanía y las comunidades locales han de ser consideradas como el corazón de los proyectos de hidrógeno a desarrollar.
TCI Gecomp está liderando una de las cápsulas educativas de Profesor Cavendish, mediante las cuales buscamos enseñarle a la ciudadanía sobre los lineamientos generales del hidrógeno verde. ¿Sobre qué trata la cápsula que ustedes están abordando y por qué eligieron ese tema?
En nuestro caso nos hemos decidido por Hidrógeno y Economía circular. Desde TCI nos gusta abordar nuestros proyectos desde la perspectiva global de una economía donde se pueda sacar el máximo partido de los recursos que nos ofrece la naturaleza, evitando en lo posible el desechar y, siempre que se pueda, buscar soluciones innovadoras que permitan la optimización en los procesos y la interconexión de diferentes actividades productivas. Ante esta situación el enfoque que planteamos desde TCI es que tenemos que ser capaces de proponer soluciones al cambio climático y al reto de la transición energética que planteen soluciones que sean más sostenibles, entendido desde una triple vertiente: económica, social y medioambiental. Y para nosotros, por nuestro carácter energético, el hidrógeno es el elemento vehicular en todo esto.
A nivel internacional se ha alcanzado la convicción de que los recursos existentes no permiten mantener el modelo de crecimiento y el estilo de vida actuales, siendo necesario un cambio industrial, político y social que haga posible maximizar el aprovechamiento de los recursos y minimizar la generación de residuos. En esto es en lo que se base la economía circular, en mantener el valor de los recursos que se invierten en la fabricación de los productos y servicios durante el mayor tiempo posible, extrayendo el valor máximo de ellos mientras están en uso, y recuperando y transformándolos en nuevos recursos al final de su vida útil. En contraposición con el sistema lineal de producción y consumo sobre el que se ha sustentado la economía a lo largo de toda la historia, basado en “FABRICO – UTILIZO – Y DESECHO”.
El hidrógeno verde, como irán percibiendo en las diferentes cápsulas formativas que componen la Misión Cavendish, es un elemento muy versátil que responde a tres de los principios fundamentales de la economía circular: uso de energías renovables o inagotables, búsqueda del residuo “cero” y capacidad de interconexión entre industrias. El entender en qué se basa una economía circular y cómo el hidrógeno puede llegar a formar parte de ella les permitirá entender cómo el hidrógeno puede llegar a favorecer no solo la descarbonización de los mercados existentes sino también la generación de nuevas actividades económicas allá donde hasta ahora no existían.
¿Poseen algún proyecto vinculado a hidrógeno verde? Favor detallar en qué consiste, en qué etapa se encuentra, cuál es su alcance, de qué manera la ciudadanía puede acceder o informarse más al respecto, entre otros datos de interés.
Sí, en TCI estamos entrando en el ámbito del desarrollo de proyectos de hidrógeno verde y el más importante que tenemos a día de hoy es el proyecto HOASIS. Con HOASIS buscamos la creación de un ecosistema basado en el concepto de economía circular aplicado sobre una economía del hidrógeno donde Agua-Energía-Hidrógeno-Alimentos alcancen una relación en torno a sus procesos productivos. Se trata de un proyecto muy ambicioso en la región de Antofagasta en Chile, que consistirá en la instalación de 3GW de paneles solares fotovoltaicos, junto con una planta de electrólisis de 2GW para la producción de hidrógeno verde y oxígeno, con el objetivo final de que las diferentes aplicaciones para el hidrógeno y el oxígeno contribuirán a la autonomía energética y al desarrollo de una economía agroalimentaria en la zona.
El proyecto, actualmente en su fase preliminar de desarrollo, plantea emplear el hidrógeno para la descarbonización de las industrias próximas, principalmente la minería, pero además generar amoníaco para potenciar otros mercados locales, como el de los fertilizantes. Continuando con el planteamiento de economía circular, el resto de subproductos que se generan durante la producción de hidrógeno, como son oxígeno, calor y excedentes energéticos se derivarían a otro tipo de industrias como la agropecuaria, por lo que el proyecto incluye la construcción de 2000 ha de invernaderos, así como la instalación de plantas acuícolas y la reforestación del área perimetral con 100 Ha de cultivos arbóreos.
¿Te gustaría capacitarte en torno a las oportunidades y lineamientos básicos del hidrógeno verde? Te invitamos a ser parte de los cursos gratuitos online de “Profesor Cavendish” directamente en http://misioncavendish.com/profesor-cavendish/