Desde el año 2014 que el Dr. Lautaro Núñez, académico del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo de la Universidad Católica del Norte (IIAM-UCN) y Premio Nacional de Historia 2002, es parte de “Diálogos entre Desiertos”, actividad enmarcada dentro del Festival “Puerto de Ideas”. Este año no fue la excepción, presentando un interesante tema en torno a los cambios ambientales y adaptaciones humanas en el desierto de Atacama durante la transición del Pleistoceno al Holoceno (entre los 13.000 a 8.000 años antes del presente).
El Dr. Núñez presentó parte de sus investigaciones, que muestran los cambios en el desierto de Atacama con el paso del tiempo, siendo en algunas épocas favorables y en otras adversas para las instalaciones humanas. En su presentación,titulada “de la abundancia a la estrechez de recursos entre los primeros colonizadores del desierto de Atacama meridional”, el académico relató cómo sucedió la instalación de los cazadores recolectores entre la cota de 2.500 a 4.000 metros de altura, en la zona circumpuñena.
Durante la transición Pleistoceno – Holoceno, desde los 12.000 años AP, las condiciones húmedas crearon espacios fértiles aislados en una cubierta árida generalizada, con recursos favorables para los primeros cazadores-recolectores, en torno a lagos, planicies forrajeras, humedales y vertientes en las cotas medias y altas de la Circumpuna occidental. El Dr. Núñez presentó el caso de Tuina, que representa abrigos bajo roca con recursos generados por lluvias locales en la cota 3.000 m. y el caso de Punta Negra, que se caracteriza por ocupaciones múltiples en campamentos abiertos, ubicados en torno a humedales y vertientes en cotas bajo los 3.000 m. Allí, se observa cómo lo hicieron y qué sucedió cuando por los 8.000 años AP se extendió el efecto de un largo intervalo árido (“silencio arqueológico”) estimulando la dispersión de poblaciones hacia espacios alternativos más estables.
A modo de conclusión, el Dr. Lautaro Núñez planteó que “el desierto de Atacama ha sido diferente a través de los tiempos, a veces generoso, otras veces limitante a raíz de los cambios climáticos. Durante la temprana prehistoria las relaciones adversas eran causadas por la naturaleza y no por las gentes. Hoy, ambas fuerzas nos amenazan. Debemos reflexionar sobre cómo vivir en un desierto de una manera sustentable. En el pasado, las crisis de recursos, a pesar de todo, admitieron que ciertas poblaciones lograran continuar en este espacio y hacerlo aún más doméstico y productivo. Esto debería ser una lección permanente”.
En este encuentro también participó la arqueóloga estadounidense Dra. Sarah Baitzel (Universidad de Washington), quien presentó sus estudios en el extremo sur del Perú; y el Dr. Calogero Santoro (Universidad de Tarapacá) quien presentó sus investigaciones en el extremo norte de Chile.
El encuentro “Diálogos del Desierto” está disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=wNUxeSUKmzw&list=PLn6dK9nQ01ZO7Kt7faDSCSfMhKfgD42Lh&index=11