La industria del reciclaje implementará su primer Acuerdo de Producción Limpia para hacer frente a la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP).

Con el objetivo de fortalecer a las empresas gestoras de residuos de envases no domiciliarios, avanzar en la trazabilidad, mejorar la eficiencia de los procesos y reducir la generación de gases de efecto invernadero, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo y la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR) pusieron en marcha un Acuerdo de Producción Limpia (APL).

Este esfuerzo público-privado está dirigido a empresas que realizan operaciones de recolección, clasificación, pre-tratamiento y valorización de residuos en todo el país. Acción Circular, Tecnotambores, Resiter, Ambipar Group, Recupac, Volta, Ecológica, Ecobaus, Pock y Rembre son las primeras empresas en suscribir este convenio. Además participan los Ministerios de Energía y Medio Ambiente, así como la Corporación Prorep.

A través del APL “Industria de Manejo y Valorización de Residuos de Envases No Domiciliarios en Chile”, las empresas se comprometen a implementar un plan para aumentar la eficiencia operativa, caracterizar los flujos de residuos para establecer una línea base de manejo y llevar a cabo un programa piloto de trazabilidad del proceso.

Además, se desarrollarán planes para optimizar el uso del agua, la energía eléctrica, los combustibles y otros recursos energéticos con el fin de reducir las emisiones de carbono. En esa línea, se buscará financiamiento para inversiones en tecnologías limpias en las empresas.

Para Iván Morán, seremi de Energía de la RM, es muy importante que más empresas se sumen a estos Acuerdos de Producción Limpia, porque permiten hacer más eficientes y circulares los negocios, y especialmente van a ayudar a tener un futuro mejor para las futuras generaciones. “Hay una buena noticia, todos los esfuerzos que hacemos en el uso eficiente de los recursos y de la energía al final rentan bien para las empresas; hacemos la inversión inicial en cambios de maquinaria, en asesorías incluso, pero todo eso al final va a generar mejores ingresos para las empresas. Además, porque ahorramos energía, ahorramos recursos y cuidamos el planeta”, señaló.

En tanto, Tomás Saieg, jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio del Medio Ambiente, dijo que “este es un acuerdo pionero para un desafío que va a ser común para todos los productos prioritarios de la REP. Nos va a permitir desarrollar un estándar de trazabilidad para los envases y embalajes no domiciliarios, que va a servir de ejemplo para todos los productos, donde la trazabilidad es fundamental para el cumplimiento de las metas. El APL también busca la mejora de la eficiencia en las operaciones de las empresas del reciclaje. La idea es hacer capacitaciones, levantar información para poder gestionarla y mejorarla, así que yo creo que va a ser un gran aporte al inicio de la REP de envases y embalajes”.

Las acciones desarrolladas hasta la fecha por algunas empresas han sido de carácter individual, por tanto el APL responde a la necesidad de un trabajo asociativo ya que el  principio de trazabilidad de la Ley REP exige implementar procedimientos autosuficientes que permitan conocer las cantidades, ubicación y trayectoria de los residuos a lo largo de la cadena de manejo. Por ello, es fundamental contar con estándares de contabilización de información detallada en cada etapa para verificar la confiabilidad de los datos por parte de los gestores y los sistemas de gestión, determinando así las tasas de valorización.

Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo, aseguró que hoy el sector requiere organizarse y coordinarse para ser un aporte constructivo a la ley REP. “Este APL nace de un especial interés de las autoridades del Ministerio del Medio Ambiente para hacer frente a la ley REP y al importante desafío de la trazabilidad de la información. El acuerdo surge como  el mecanismo indicado para coordinar mejoras y recomendar el fortalecimiento de los distintos instrumentos diseñados para estos fines”.

Entre las acciones acordadas, se contempla la creación de una herramienta para cuantificar las reducciones de gases de efecto invernadero (GEI) resultantes de la implementación de tecnologías limpias, así como la generación de indicadores de sustentabilidad para el sector.

Además, se capacitará a las empresas gestoras en buenas prácticas, sustentabilidad, cambio climático y reducción de emisiones de GEI. Asimismo, se abordarán las obligaciones futuras derivadas de la Ley REP y sus implicancias en la trazabilidad de los residuos, explicó el presidente de la ANIR, Nicolás Fernández.

“Desde hace años venimos trabajando junto al Ministerio de Medio Ambiente para aportar en todo sentido y hacer posible esta herramienta. Es demasiado importante la firma de este APL porque representa un compromiso entre el sector público y privado. Todas las empresas que suscriben este acuerdo se comprometen a hacer mejoras, sobre todo a avanzar en el camino de la trazabilidad y eso es vital para obtener resultados sólidos. Este APL va a generar herramientas que nos van a permitir tomar mejores decisiones, teniendo información limpia, pura y concreta de toda la cadena de valor. Esto generará que las empresas que mejoren sus procesos vean ahorro en energía, combustible y consumo de agua. En conclusión, la mejora de sus procesos va a generar una disminución de gases en efecto invernadero“.

En el plazo de dos meses, otras empresas podrán adherir a este Acuerdo de Producción Limpia que responde a la necesidad de un trabajo asociativo, ya que las acciones adelantadas hasta la fecha por algunas empresas han sido de carácter individual, faltando desarrollar y ampliar estrategias comunes que mejoren la gestión y trazabilidad de los residuos.

Basado en residuos de envases y embalajes no domiciliarios, prioritarios según la Ley REP, el APL aborda las brechas de trazabilidad existentes. Las sinergias entre las empresas participantes optimizarán estos aspectos y proyectarán su impacto hacia otros productos y residuos gestionados por la industria.