- Proyecto se encuentra en etapa de pruebas, buscando aportar a la producción y almacenamiento de energía.
Una investigación sobre el crecimiento de materiales biodimensionales para aplicar tecnologías renovables en el almacenamiento de energía, se encuentra desarrollando el Departamento de Física de la Universidad Católica del Norte (UCN).
El estudio de física experimental, denominado “Nanopartículas metálicas compatibles con nanoestructuras de carbono para aplicaciones en almacenamiento de energía”, es liderado por el Dr. Fernando Guzmán Olivos y contempla la fabricación de estos materiales mediante la deposición química del vapor.
El académico explica que la investigación se enfoca en la ciencia básica de la producción de hidrógeno, que puede ser aplicable a la industria de las energías renovables, tanto en la producción como en el almacenamiento, procesos hoy en carpeta en grandes proyectos en la región de Antofagasta.
El experto indicó que, si bien en un principio se trabajó con el carbono, actualmente se experimenta con otro material biodimensional, el disulfuro de molibdeno. “Estoy ocupando eso como base, y lo que estoy agregando son láminas microscópicas de grafeno, a fin de mejorar la producción de hidrógeno, que es lo que hace este tipo de material: produce hidrógeno mediante un proceso electroquímico. Lo que está en carpeta es producir energía limpia, y el hidrógeno es una fuente de combustible que se combina fácilmente con el oxígeno, produciendo calor. A modo de ejemplo, esta reacción química es la que permite enviar cohetes al espacio. Entonces, las baterías de hidrógeno están apuntadas a ser una de las grandes fuentes de energía a futuro”.
Para el investigador, la pregunta es cómo producir ese hidrógeno lo más eficientemente posible, y una forma es utilizando materiales que, al someterlos a la electricidad, lo produzcan al estar en contacto con el agua.
ENERGÍAS LIMPIAS
“Va a ser trabajo de los ingenieros ver cómo convierten esta ciencia básica en un producto utilizable. Estamos muy en la línea actual respecto a la revolución energética en el país, de apuntar a tener energías limpias y la capacidad de almacenarlas en algún formato. Y, más que nada, en la región de Antofagasta, donde está muy en boga el levantamiento de centrales de energías limpias, que funcionan un poco con esta tecnología de almacenamiento”, explicó.
Respecto a la etapa en que se encuentra el estudio, dijo que “ahora estoy con mi tercer estudiante de tesina de Licenciatura en Física, que realizan nuestros alumnos en su último semestre. Hemos obtenido buenos resultados, tenemos unas películas bien interesantes de disulfuro de molibdeno, que han funcionado bastante bien en términos de mantener una estabilidad de corriente y de producción de hidrógeno. En ellas, el grafeno ayuda a que el hidrógeno se produzca a menores potenciales eléctricos, disminuyendo la energía aplicada y, en general, el disulfuro de molibdeno es un muy buen material para la producción de hidrógeno verde”.