2020 fue un año que nos dio un fuerte remezón, nos hizo replantearnos aquellas cosas a las que le dábamos valor y las que dejábamos en un segundo o tercer plano.  Poder verse y abrazarse; estar junto a la familia, a los amigos y compañeros; practicar deporte; tomar un café en un lugar público, pasaron a ser actividades restringidas, no recomendadas con el fin de evitar el avance de la pandemia.

El año que pasó nos impulsó a reinventarnos en la forma de relacionarnos y tomó relevancia el mirarse a los ojos (lo único que nos queda al descubierto cuando usamos mascarilla) y tomó un sentido más profundo mirar a través de los ojos de los demás, ser empáticos y solidarios, hacer primar lo colectivo por sobre el individualismo que nos aqueja como sociedad.

Pusimos atención en las formas de producción y consumo, volviendo nuestra mirada al emprendedor local, al negocio cercano y en cómo el detenernos generó impactos maravillosos en nuestro medio ambiente y entorno.

Empresas, como Cerro Dominador, sabemos que es necesario seguir potenciando la industria a nivel local, la importancia de ir acortando brechas tecnológicas y productivas de nuestros proveedores, no solo porque las distancias y el cierre de fronteras encarecieron los precios, no permitieron el ingreso expedito de productos y la prestación de servicios se vio profundamente ralentizada, generando importantes impactos en los proyectos, sino porque es un deber ser cuando te concibes como una empresa sostenible y responsable socialmente.

Asegurar suministro de productos y servicios de calidad y mano de obra capacitada, es fundamental para la reactivación económica nacional y como Compañía hemos estado trabajando muy fuertemente desde los inicios de la construcción del Complejo Solar Cerro Dominador, dando espacio a la formación de personal con escasa  experiencia laboral, generando oportunidades para el empleo de trabajadores locales y abriendo las puertas para que muchas mujeres de la comuna de María Elena fueran parte del ensamblaje y montaje de los 10.600 heliostatos del campo solar.

La pandemia debe servir de experiencia para aprender de los errores del pasado y para instarnos a seguir apostando por una Región resiliente Contar con capital humano a la altura de los desafíos que ha asumido nuestro país y el planeta, exige el involucramiento no solo del sector público, sino que también de la industria y del mundo académico. Todo lo anterior se conjuga perfectamente con los objetivos del Clúster de Energía del Comité Corfo Antofagasta, región de Chile que concentra la mayor cantidad de iniciativas en base a energía renovable.

Hoy seguimos trabajando de la mano y siendo parte de la gobernanza de esta institución, porque creemos en la asociatividad como un garante de mejor y mayores resultados para las comunidades.

Un proyecto común es que los operadores y mantenedores del primer proyecto de concentración solar de potencia de Latinoamérica sean resultado de un “Programa de Formación de Competencias”, del que Corfo Regional es su principal promotor, que será ejecutado por CEIM y del que pretendemos concretar la necesaria transferencia tecnológica.