El Royalty de la minería es el cobro que realizará el Estado de Chile, como dueño de los minerales y de los recursos naturales no renovables, para la explotación minera de la empresa privada en el territorio nacional. Este proyecto no es nuevo, desde hace algunos años se han ido impulsando una serie de esfuerzos por plasmar un impuesto adecuado a la actividad minera nacional, el cual ha sido ampliamente resistido, pero no por esto menos necesario, sino por el contrario, resulta una necesaria urgencia su aprobación.
Resulta una prioridad del gobierno del presidente Boric avanzar en la aprobación de este impuesto, dadas las características particulares del proyecto que se encuentra en tramitación, puesto que posee un fuerte ímpetu regional, ya que parte de la recaudación obtenida a través de este esfuerzo tributario será destinado directamente a las regiones y comunas de nuestro país.
De esta forma, las regiones, como la nuestra, declarada región minera, recibirá, luego de decenios de explotación los beneficios de la minería para poder invertir en el desarrollo regional que tanto necesitamos.
A la fecha, la mayoría de los impuestos de las diversas actividades económicas de las regiones, son pagados directamente en las oficinas centrales de las empresas, en la ciudad de Santiago, beneficiando a la capital en desmedro de las regiones que es donde se realizan efectivamente estas actividades económicas.
Este proyecto tiene como objetivo una justicia territorial distributiva, que permita a las regiones de una vez por todas, apropiarse de sus ganancias y que éstas sean utilizadas para invertir en mejorar la calidad de vida de la población de las regiones y comunas que tanto hemos sufrido los embates de la excesiva centralización del país, postergando nuestro desarrollo, en desmedro de la zona central del país.
Para ello, estos recursos podrán ir en total beneficio de las personas, mejorando la infraestructura de los servicios y entregar prestaciones dignas en cuestiones básicas que promuevan el bienestar de nuestros habitantes.
Las formas de ejecución de los fondos obtenidos a través del Royalty se reflejarán en el Fondo Regional para la Productividad y el Desarrollo, Fondo para las Comunas Mineras y Fondos de Apoyo para la Equidad Territorial.
Todos estos instrumentos serán políticas efectivas que nos permitirán avanzar como gobierno en transformar nuestras regiones en espacios más habitables y con mayores niveles de bienestar. Un Royalty minero sí es necesario para alcanzar la justicia territorial.