Académica de la UCN y doctora en Ciencias Políticas y Estudios Internacionales, analiza conflicto y cuáles son las consideraciones tanto del escenario europeo como mundial.

Si bien resulta aventurado hacer un análisis sobre un conflicto en curso, la doctora en Ciencias Políticas y Estudios Internacionales y académica de la Universidad Católica del Norte (UCN), Francis Espinoza Figueroa, da luces respecto a las causas culturales y políticas que decantaron en el actual ataque de Rusia hacia Ucrania.

“El conflicto es muy complejo de analizar, dadas las variables geopolíticas, económicas, etnográficas, históricas, identitarias y políticas”, parte advirtiendo la académica.

Pero con un bagaje respecto a la historia no solo de los países protagonistas, sino del comportamiento en el escenario europeo y mundial, Espinoza nos acerca en esta entrevista a entender al menos la génesis de esta guerra.

Después que el conflicto escalara más allá de las regiones en disputa (Donetsk y Lugansk), y tras la amenaza de Putin los países de Finlandia y Suecia para que no se integrasen a la OTAN, ¿ve usted en estos hechos que la intención Rusa sea restablecer la antigua influencia de la URSS?

-Luego del desmoronamiento de la ex URSS y los procesos de independencia de sus estados satélites comienzan los conflictos entre la ‘madre Rusia’ y sus ‘hijos/as’ independentistas.

Si lo vemos desde una perspectiva identitaria, Rusia cree y siente que Ucrania es parte de su identidad y espacio de influencia, de esa añorada Gran Rusia, y el control de esta ‘hija independiente’ es de vital importancia para la seguridad en la región. De hecho, Putin cree que tanto Rusia como Ucrania conforman un sólo pueblo. Esto obedece a dos períodos históricos, la rusificación en período zarista en función de la construcción de una gran Rusia y la no formación de nuevas naciones-estado. El segundo proceso es la ‘nacionalización’, también llamada ‘ucranización‘ o ‘nativización‘ que corresponde a la época bolchevique, donde se buscó la creación de naciones bajo un principio de diferenciación étnica.

UE Y LIDERAZGO

Mucho se ha cuestionado el rol de la Unión Europea (UE) ante el conflicto, dada a las críticas que ésta ha recibido por su “tibia” reacción ante la agresión rusa.

¿Cómo evalúa la reacción de la UE ante este ataque?

Hay que entender que tanto la UE como China desarrollan una diplomacia integracionista en su política exterior, esto está en su documentación oficial. Por ende, para la UE los conflictos no se resuelven a través de los conflictos, sino mediante un ‘softpower‘ y el ejercicio de un poder económico como embargos y sanciones.

Sin embargo, es destacable el liderazgo femenino y más claro de la UE en la figura de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien propuso el domingo pasado medidas más drásticas en contra de Rusia como la prohibición de uso (aterrizaje, despegue o paso) del espacio aéreo europeo para cualquier avión ruso, y la paralización de las emisiones de los medios Russia Today y Sputnik en territorio comunitario para evitar la difamación de propaganda, fake news.

¿Cree que el factor Biden haya sido preponderante para la decisión del ataque Ruso, debido a la “debilidad” en la gobernabilidad que presenta EE.UU?

Sí, pero no en el sentido que se piensa o que han mostrado los analistas internacionales. Siempre me ha llamado mucho la atención que gobernantes demócratas sean más partidarios de resolver los conflictos generando conflictos, a diferencia de los presidentes republicanos. Recordemos que, en plena Guerra Fría, Ronald Reagan logró sentarse a negociar con su par ruso Mijail Gorvachov (aunque este último fue bastante pro occidental), y también Donald Trump estuvo conteniendo ydesarrollando una amistad con Vladimir Putin, inclusive con el líder de Corea del Norte Kim Jong-ung también logró un acercamiento significativo.

¿Qué presidente, primer ministro o líder de la UE ve cómo el idóneo para liderar la oposición firme a las pretensiones de Putin?  (algo así como el nuevo Churchill).

Se ha dicho mucho en los medios que Putin tenía muy buenas relaciones con Angela Merkel (exCanciller alemana) y que incluso se comunicaban en alemán. No ha sido lo mismo con el nuevo líder de Alemania Olaf Scholz, pensando que las relaciones comerciales entre Rusia y Alemania son bastante significativas en términos del transporte del gas al país germano. La figura de Emmanuel Macron también ha sido significativa a la hora de disuadir a través del diálogo a Putin. Italia también está haciendo lo suyo, dado que es uno de los países con mayor colaboración económica de la UE con Rusia.

El liderazgo femenino ha estado presente con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Sin embargo, todavía es muy pronto para hablar de una figura que entiende que las relaciones internacionales son un tablero de ajedrez como Winston Churchill, mezcla de diplomacia, poder duro, inteligencia y estrategia geopolítica.

EXPANSIÓN DE INFLUENCIA

¿Este ataque responde más a las intenciones del pueblo ruso o a las personales de Putin?

Esta pregunta es compleja de responder, porque yo me imagino que el pueblo ruso es eminentemente nacionalista y apoya las acciones de Putin aún con las consecuencias que esto está trayendo. Sin embargo, la élite intelectual es más reticente a la generación de un conflicto mundial como el caso del científico ruso, Mikhail Gelfand, quien paró su clase para protestar en contra de la guerra. Es importante hacer las lecturas no desde Occidente sino desde lo que sucede en la cabeza de un líder complejo como Putin.

De hecho, la última edición del The Economist, titula “¿Dónde él parará? ( Where will he stop?), y aparece la figura de Vladimir Putin con un barco de guerra en su cabeza.

La decisión de Putin de invadir la soberanía de Ucrania, empezando por su espacio aéreo, es mostrar un liderazgo de superioridad militar en el mundo y, sin duda, se ha convertido en ‘quien pone la música’ en estos momentos. Esto simboliza mostrar sus dientes al enemigo más débil (Ucrania) y reorganizar las estrategias de poder en el mundo junto con China, pensando en el avance que han tenido los aliados, liderados por Estados Unidos, en la zona estratégica del Indo-pacífico. Es todo un interesante juego de ajedrez, porque en el ejercicio del poder no se juega dama, sino ajedrez.

¿Por qué cree que Argentina, Brasil, Nicaragua y Bolivia evitaron adherir a la condena que la OEA hizo al ataque ruso?

Si bien estos países han rechazado el uso de la fuerza armada, no se han alineado con Occidente. En una primera mirada habría un acercamiento ideológico de estos países con Rusia. Sin embargo, el caso de Brasil es distinto y eso me hace pensar que hay una admiración hacia gobiernos autocráticos y autoritarios por parte de algunos líderes de América Latina. Asimismo, si pensamos en la tesis del Presidente Sebastián Piñera de las ‘cuerdas paralelas’, el negocio por un lado y la diplomacia por otro, no conviene mostrar solamente alineación con un bloque porque el intercambio económico con Rusia y sobre todo con China es significativo.

Un cuestionamiento interesante es si potencias intermedias como las de América Latina deberían desarrollar un liderazgo no alineado, o más bien tomar una postura definitiva en su política exterior. Creo que esto nos retrotrae, sin duda, a la Guerra Fría.