En el mundo del mantenimiento industrial, en donde cada nueva tecnología adoptada busca mejorar los estándares, tanto del proceso como del resultado, tiende a olvidar el impacto que genera en el medio ambiente, es por esto que C-More, empresa dedicada a soluciones innovadoras, sustentables y eficientes en las industrias, busca ser la diferencia entregando soluciones amigables con el medioambiente, tanto en tratamientos de agua, en carretera y limpieza de paneles solares. Oscar Herrera, gerente general de C-More, relata sobre el inicio de la empresa, sus proyectos y el potencial que observan en la región.

 ¿Cómo comienza C-More acá en Chile y cuáles son las áreas de servicio que ustedes trabajan?

C-More nació como el área de innovación de EMS, una empresa de mantención y operación ligada al mundo energético. Los dueños quisieron crear un foco innovador y partimos siendo una especie de ingeniería para abarcar proyectos grandes de la zona, Antofagasta es conocido por ese tipo de proyectos.

En el andar nos dimos cuenta por interés de los dueños y por otro lado, por el gran mercado que hay el poder familiarizarse más y meterse en el mercado de energías renovables no convencionales, el famoso ERNC. Para ello hicimos varios viajes afuera para ver cómo se estaba trabajando, especialmente en Estados Unidos, en Europa Occidental y Europa Oriental, cómo se están trabajando los temas de renovables. Por ahí ciertos paradigmas que funcionan en Chile, como por ejemplo que el fotovoltaico no funciona. Hay varias cosas que hay que romper en el mercado chileno.

Estando afuera nos dimos cuenta que hay un gap tecnológico entre lo cómo se están ejecutando los proyectos en Chile y cómo se están ejecutando los mismos proyectos, con el mismo fin, afuera. En términos de costo y especialmente en el cómo. El fin es el mismo, sino que el cómo se ejecuta. Cosas simples como montaje de plantas fotovoltaicas a cosas mucho más complejas como electro movilidad sustentable.

¿En el cómo te refieres a que ustedes apuntan también a optimizar recursos y tiempo?

Totalmente. Por ejemplo, eficiencia energética. Normalmente cuando se piensa en Chile en eficiencia energética se piensa en un par de paneles y en solar térmico. Cuando eficiencia energética tiene muchas más capas que eso, o sea, hay un tema de control de software, de IoT, con sistema de climatización que esté centralizado. Hay varias capas que se pueden seguir con soluciones muy baratas, que se consideran al momento de hacer la obra, son realmente baratas a soluciones mucho más complejas, pero que los costos no son altos. Lo importante es saber cómo hacerlo.

Entonces, después de estos viajes y ver el gap que había decidimos re-focalizar la empresa, y esto fue hace un año atrás, a lo que es eficiencia energética y soluciones amigables con el medioambiente, ya sean en tratamientos de agua, en carretera y todas con esa mirada. Y al final cuando uno trabaja en energías renovables y trabaja en eficiencia energética lo que uno está tratando de bajar es la huella de carbono de lo que uno hace o cómo las industrias producen los bienes que Chile tanto necesita exportar.

¿Qué potencial se ve en Antofagasta?

El potencial de la zona es monstruoso, estuvimos en una charla hace poco en el PTI de Energía donde hablaban de los números de inversión que se venían para los próximos cinco años y vamos a estar por debajo, en Antofagasta, por debajo por muy poco de la Región Metropolitana en lo que es inversión, específicamente lo que es energía. O sea, energía por primera vez va a pasar a minería en lo que es inversión en los próximos cinco años. Ahora, dicho eso, nosotros somos de la política de pilotear, testear y ahí introducir al mercado. Hoy día estamos con varios pilotos ya andando porque es la única manera de crear confianza. Un gran problema que ha habido en la industria es que hay muchos proyectos fotovoltaicos o relacionados a energías renovables no convencionales que se vendieron sin mantención, por ejemplo. Entonces, la gente tiene la convicción de: “Oye, paso por la carretera y estos focos no alumbran”, ¿por qué no alumbran? porque no funcionan y la verdad es que no alumbran porque está sucio el panel. Entonces, es muy importante poder crear nuevamente ese vínculo entre la industria y la energía renovable no convencional, pero que no sea cosmético, porque un gran problema que hay es que mucha instalación sin proyectar la mantención.

Queda la instalación, se hizo y check, vamos al siguiente punto. Lo importante es que sea un cambio real dentro de la industria y para poder lograr eso lo más fácil es un piloto. Crear un piloto, trabajarlo, esperar seis meses, demostrar que funciona si es que uno hace la mantención adecuada, que obviamente tiene que estar dentro del contrato y crear nuevamente esa confianza con la industria. Entonces, no es como que de la noche a la mañana nosotros nos vamos a meter en toda la industria y atacar como locos y hay un gran mercado que ir a, sino que ir paso a paso, dando paso seguro donde se pueda de nuevo crear la confianza entre las energías renovables no convencionales y la industria, que como sabemos, la gran industria de la zona no puede parar, no puede invertir en algo de que dudas si es que va a funcionar el día de mañana.

¿Qué experiencias nos puedes contar sobre estos pilotos o con quién han estado trabajando?

 Con Engie estamos haciendo varios pilotos, yo creo que el que está más avanzado hoy día es el de la representación de Sol-Bright, una empresa china que lleva 15 años creando robots limpia paneles, va en la séptima generación. Entonces, estamos haciendo un piloto en este momento en Curicó donde se están probando los robots y en base a eso se pasaría recién, después del piloto, a implementar la primera etapa que serían 40 robots. Esta empresa tiene instalado más de 6 mil MW en el mundo. Tienen muchos años de experiencia, está re contra probado. Nosotros lo que hacemos es traer lo que en Chile vemos que falta, que para Chile es disruptiva la innovación, pero fuera de Chile ya están en etapa implementaria.

Sí, porque igual topa un poco con el tema capital humano, ¿O no? ¿Qué opinión tienes de eso? O se pueden complementar, porque también necesitamos gente preparada para poder manipular estas máquinas.

Claro, para eso nosotros hicimos alianza con dos centros de desarrollo tecnológico españoles, de manera que ellos puedan capacitar a nuestro capital humano.

Especialmente en el mundo de lo que, como hablamos recién eficiencia energética, el mundo de IoT y la conectividad de los softwares con los equipos es donde más falta gente capacitada. Generalmente, en Chile se separa que un informático ve el tema de la unión entre los equipos y software y después un ingeniero analiza los datos o elige los equipos. Realmente tiene que ser un equipo, un equipo de personas, perdón. Porque si tú no eliges correctamente los equipos desde su inicio no vas a poder conectarlo a ningún tipo de software.

Voy a explicar esto con un ejemplo, nosotros estamos viendo para un edificio el tema de climatización como efecto piloto y el gallo: “No, si aquí instalamos todo perfecto, ahorra harto”, fuimos a ver y ninguno tenía dispositivo IoT, o sea, ninguno de los sistemas de climatización se podía conectar a ningún software. Lo que ellos hicieron fue comparar cuáles aires gastaban menos, compraron los que gastaban menos energía para lograr el frío que necesitaban. Después hicimos un levantamiento con los proveedores de aire en Chile y recién ahora están trayendo algunos modelos que traen IoT. Entonces, si es que no se parte del momento desde la compra de los equipos, es imposible poder implementarlo.

¿Cuál es el desafío primordial o cuál es la meta próxima a alcanzar?

El desafío es retomar la confianza por parte de la industria en base a lo que es energías renovables no convencionales y al final es un trabajo de vida. La gente que cree que va a entrar a este mercado y que digamos son las nuevas vetas de oro donde te vas a hacer rico de la noche a la mañana, está equivocada. Este es un trabajo y hay que hacerlo. Lo que menos necesitamos hoy día es una empresa spot que entre y salga, necesitamos empresas que hagan un trabajo continuo, serio en la región y la piedra de tope es la confianza. Normalmente, yo diría que el 95% de las reuniones que hemos tenido con grandes actores, pequeños actores, medianos, contratistas, con quien sea, decirles: “Ya, todo esto es bonito, ¿pero cómo sé yo que funciona? Es lo primero que te preguntan y esa cuestión se logra solamente a través de pilotaje y paciencia. De nuevamente invitar, juntarse, trabajar con distintos organismos que el Estado está promoviendo para poder meter lo que es energías renovables no convencionales y ese es un trabajo serio.

Hay un problema de empresas que cuando se inició el tema de energías renovables no convencionales, hicieron un muy buen trabajo con la instalación, pero el tema mantención es crítico. Por ejemplo, en España, de las empresas que aún viven de las energías renovables, 50% de su facturación es mantención y eso si tú lo llevas a standard chileno, de las empresas que he conversado están entre 0 y 2%.

Ahora en relación al capital humano, Chile tiene excelentes profesionales. No hay un problema de materia prima, realmente los chilenos aprendemos rápido, somos busquillas para poder encontrar la solución. El tema es traer a la gente adecuada para que los capacite, por eso tengo la alianza con estos dos centros. Ese plan ya está funcionando, no lo veo como un temor para nosotros, lo veo como un desafío. Parte de nuestra filosofía, algo por lo que nos hemos agarrado a cabezazos con distintas personas es, ¿para qué inventar la rueda nuevamente? Por ejemplo, hay software de control de energías renovables no convencionales que llevan operando 15, 20 años en el mercado y acá tratamos de usar un software nuevo en vez de invertir ese dinero en capacitar gente para implementar un software que ya está funcionando. El tema robótico es otro, yo encuentro admirable que ingenieros chilenos hayan creado otro robot, pero aún está en etapa de prototipo. Chile no puede seguir esperando que sus prototipos se desarrollen y que hagan de nuevo el aprendizaje que otras empresas llevan 15 años haciendo. Si entramos tarde a un baile, como el caso de energías renovables en Chile, por lo menos aprender de aquellos que ya hicieron y poder tomar ese aprendizaje y trasladarlo a Chile. Nosotros somos creyentes que hay que traer tecnología que ya está desarrollada e implementarla en Chile. En ningún caso mi idea es traer una empresa española o china a instalar los robots. Yo necesito a un ingeniero de ellos que nos enseñe a nosotros, a nuestros ingenieros y operarios cómo poder trabajar.

Los chilenos tenemos una muy buena calidad de ingenieros, en mi caso soy de Concepción y estoy acostumbrado de haber crecido alrededor de puros ingenieros y la calidad es muy alta. Muchas veces cuando nuestros ingenieros salen afuera son muy apetecidos. Entonces, la idea es traer tecnología y experiencia que en Chile no tenemos, al mercado local e implementarlo con gente de acá.

Otro error que cometió Chile, fue traer empresas de afuera, crear grandes proyectos, lo hicieron, se fueron y la experiencia no quedó y muchas veces no sabemos ni mantenerlo, porque no hay experiencia acá. La idea es que vengan a capacitar y nuestra gente implemente. Van a cometer errores, muchos menos que los que cometieron hace 15 años atrás, pero van a quedar preparados para un segundo, tercero, cuarto, quinto proyecto.

No obstante, acá también hay un poquito de arte, cuando uno se mete en lo que es eficiencia energética, tú necesitas gente que haya tenido experiencia en creatividad. Enviamos hace poco unos planos a España para que lo revisaran de un edificio que lo estoy viendo como piloto y las cantidades de soluciones que llegaron fueron mucho más de las que son viables para el proyecto. Ahí te das cuenta de que no es matemática pura, no es ingeniería pura, sino que hay que ver cuál solución se acopla más a lo que la persona quiere y de una manera creativa hacer que sea de bajo costo. Ese es otro paradigma muy grande: “esto es caro e invertir en eficiencia me va a salir un ojo de la cara”, y no es así. La experiencia que tenemos nosotros es que cuando contrates eficiencia, contrates ahorro y tienes un payback normalmente de siete y 11 años. No necesariamente algo que es caro.

Cuando una empresa está buscando algo que le va a dar ahorro en un marco de 20 años, tener un payback a siente, es bueno, el tema es que hay que invertir en crear la confianza para que digan: “¿Sabes qué? esto realmente va a durar 20 años”, pero esa parte de la cadena está rota.