Son tiempos difíciles para Chile. Primero fue la crisis social iniciada el 18 de octubre del año pasado; luego, vino la pandemia; y, ahora, tal como reconoció el Gobierno, estamos siendo afectados por la peor recesión de la economía mundial desde la gran crisis de 1929. Esta dura realidad se ha vuelto una amenaza para la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas.
¿Cómo remar en estas aguas turbulentas? Con planificación, organización y creatividad. Reestructurar y optimizar equipos de trabajo será inevitable, sobre todo, para quienes no cuentan con las espaldas financieras sobre las que se sostienen los grandes grupos económicos. No será fácil, pero se puede. Si bien, no existe una fórmula que aplique para todo, hay un ingrediente base que puede ayudar a las pymes a mantener el rumbo: la reinvención constante.
Reinventarse no significa cambiar el giro del negocio, sino cambiar la forma en que se hacen las cosas, es decir, mejorar procesos, incorporar tecnología, adaptarse a las tendencias, abrir nuevos canales de venta, profesionalizar la empresa, asesorarse, etc. Igual de importante es conocer cómo es el mercado, para atraer nuevos clientes y fidelizar a los que ya están comprando productos o servicios.
Sumado a esto, como asesores contables y tributarios, recomendamos planificar los costos fijos y variables del año y considerar el factoring para asegurar liquidez a la empresa. Los riesgos económicos siempre van a existir, pero podemos prepararnos para ellos con una estrategia que nos permita reducirlos, sean éstos internos o externos.
¡Aprovechemos también las ventajas de la tecnología! Existen muchos sistemas de administración de tareas y gestión de clientes que son gratuitos o de muy bajo costo, que pueden ayudar a las pymes a centralizar las operaciones e interacciones para mejorar la productividad. Finalmente, no hay que olvidar que dos cabezas piensan mejor que una y que la multiplicidad de miradas enriquece cualquier proyecto. Apoyarse en un equipo que permita abarcar todas las áreas puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte de una empresa.