“En la edad media, a las mujeres se les mataba por brujas, más adelante, se les relegó por supuestamente no tener la misma capacidad intelectual que los hombres. Hasta hace pocas décadas, las científicas que lograban destacar, eran acalladas y sus logros atribuidos a hombres. En la actualidad, la maternidad parece ser la excusa para coartar oportunidades de desarrollo”, comenzó diciendo la Dra. Lorena Escudero, Investigadora de Medio Ambiente del Centro Científico Tecnológico de la Región de Antofagasta (CICITEM)

La doctora en microbiología recuerda la época que estuvo embarazada a cargo de una investigación en otra entidad. “Cuando tuve mi primer hijo, todo se complicó, porque los proyectos que dependían de financiamiento de diferentes entidades, no consideraban licencias de pre y post natal”.

Elsa Flores, jefa de laboratorio de CICITEM coincide en este aspecto, “las mujeres nos enfrentamos a que tenemos que cumplir ciertos roles, como el de ser mamá y ser responsables de nuestros hijos o hijas, que es algo maravilloso, pero que algunas veces no es bien visto por los pares”, explicó.

Según el emblemático informe de la Unesco “Descifrar las claves: la educación de las mujeres y niñas en materia de STEM”, solo el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas a las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), son mujeres.

En Chile, si bien el 51,3% de las matrículas de pregrado corresponden a mujeres, se contrasta con la participación femenina en el área científica, donde solo alcanza un 22%.

“Creo que un factor importante es enseñar con el ejemplo”, explicó la Dra. Carolina Gamboa, Investigadora de Recursos Hídricos Continentales del centro regional. “Gran parte del aprendizaje se adquiere a través de la observación, por lo tanto, si las niñas y adolescentes perciben un entorno amigable en la ciencia, que las incluya, querrán saber más de él. Lo más importante es transmitir que la ciencia no se trata de géneros, que cualquiera puede hacer ciencia, pero que eso también significa dedicación y constancia”, agregó.

Mayra Cortes, biotecnóloga a cargo de la transferencia de investigación y tecnología de CICITEM, relata que en su experiencia lo que la motivó a seguir una carrera científica fue “el arte de descubrir, de sentir que estás posicionada en un terreno completamente desconocido y que de seguro algo interesante encontrarás. Es un crecimiento constante, porque cada día hay algo nuevo publicado, lo que te hace estar constantemente pendiente de los nuevos conocimientos, tecnologías, innovaciones, productos, entre otros”.

La titular de medioambiente resaltó que “la ciencia enseña a los niños a sacar sus propias conclusiones, estimula el razonamiento lógico y, por supuesto, es un gran impulso a su creatividad”.

Desde la redefinición de los lineamientos estratégicos, el último trimestre del 2019, CICITEM ha apuntado a disminuir esta brecha de género, resguardando fuertemente la paridad, tanto en los cargos científicos – en el área de investigación y laboratorio – como en el área admi