La era digital es un hecho, cada vez estamos más conectados, tanto en nuestras vidas personales como también en el ámbito laboral. En la minería no quedamos atrás, muchas funciones de maquinarías están automatizadas, la información protegida se encuentra resguardada en computadores y la comunicación en tiempo real muchas veces depende de esto. Un hackeo en esta industria no solo puede significar pérdidas millonarias, también puede ocasionar accidentes con consecuencias ambientales y humanas.
Según un estudio realizado por Kaspersky, una empresa de ciberseguridad, los intentos de phishing durante el 2023, en comparación con el año anterior, aumentaron en un 617%. El sector minero no queda fuera de estas amenazas, por ejemplo, una minera sufrió el secuestro de su información financiera y para recibir los algoritmos, con los cuales poder desencriptar la información, debían hacer un pago en bitcoins. ¿Cómo enfrentamos esta crisis que viene en alza?
Esto evidencia el aumento de la preocupación, en mayo de este año el Comité Interministerial sobre Ciberseguridad presentó su propuesta de Política Nacional de Ciberseguridad. A nivel país ya se están tomando medidas, dentro de las cuales destaca la cooperación tanto nacional como internacional y fomentar una cultura de ciberseguridad, para prevenir posibles ataques.
No es un tema menor los ataques a este sector si consideramos que en Chile la minería es responsable de la generación directa de un 14,6% del PIB, por lo que se vuelve fundamental tomar cartas en el asunto. La implementación de políticas, tanto a nivel organizacional como gubernamental, son claves para avanzar en la materia. La colaboración entre quienes nos vemos afectados nos puede ayudar a entender el modo en que operan los ataques y así poder prevenirlos, esta colaboración debe ser internacional, ya que el problema también lo es.
Cambiar la mentalidad es importante, hay que dejar de ver esto como un gasto y empezar a considerar como inversión las soluciones de seguridad cibernéticas. Que todos los trabajadores conozcan los tipos de amenazas, como phishing o malware, es otra tarea vital para el buen desempeño del área.
No es un tema fácil ni tampoco uno con una solución universal, al igual que nosotros los hackers se van especializando por lo que la colaboración y el concientizar a los trabajadores sobre el impacto negativo que se puede llegar a tener son nuestras primeras cartas por jugar.