Con mucha incertidumbre, expertos en el tema analizan lo que está sucediendo en relación a los efectos del COVID-19 y el cambio climático a nivel mundial
Han sido días desoladores, de desconocimiento, como también de unión, tanto a nivel país como sucede en diversos lugares del mundo con respecto al COVID-19. Algo distinto ocurre en temáticas medioambientales.
Alrededor del mundo se ha visto de manera explícita cómo la pandemia ha tenido efecto en la reducción de contaminación y emisión de agentes contaminantes a causa de la cuarentena obligatoria y voluntaria como todas las medidas de contención que se comenzó a realizar desde hace tres semanas.
Así también ha ocurrido en diversos países. Según indica BBC news, quienes analizaron esta situación a nivel mundial y aseguran que “este alivio será probablemente muy momentáneo”. Puesto a que el cierre de fábricas y comercio, disminución del tránsito vehícular a causa de las restricciones, han dado efecto considerablemente en el consumo de combustibles fósiles, iniciando desde el país asiático donde comenzó el brote del virus SARS-COV-2.
La caída de emisiones de dióxido de carbono (CO2) ha disminuido en un 25% en China, según indicó Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA). Gracias a toda medida restrictiva, han logrado conseguir, sin duda, efectos beneficiosos frente al cambio climático, pero de ninguna forma, minimiza la angustia y sufrimiento que sigue causando este brote.
La experta calcula que, en las últimas tres semanas, China emitió 150 millones de toneladas métricas (MTM) de CO2 menos que durante el mismo período durante el año pasado.
Imaginemos que el 150 MTM equivale más o menos a todo el CO2 que produce Nueva York durante un año. Y este porcentaje emitido por el país asiático equivale a un 6% de la reducción global. Totalmente significativo.
La contaminación también se ha reducido en diversos países de Europa, ya que se vive algo muy similar al respecto. Mientras en España, Jóse Santamarta, economista y responsable del informe de evolución en de las emisiones del Observatorio de la Sostenibilidad asegura que “El coronavirus tendrá mucho impacto en las emisiones en el país”.
Sin embargo, hacen un fuerte llamado a actuar con inmediatez frente a esta emergencia climática de alcance intersocial, ya que los más perjudicados serán los colectivos sociales vulnerables. “Hemos dejado pasar semanas en la lucha contra el COVID-19 y años en la del cambio climático sin actuar, con el enorme coste que ello conlleva y cuyas consecuencias ya estamos sufriendo por partida doble” afirmó Fernando Prieto, Doctor en Ecología del Observatorio de la Sostenibilidad de España.
Pero… ¿Qué sucede en Chile?
Por su parte, Chile se posiciona frente al análisis de reducción de emisiones a través de las cifras que muestra el Sistema de Información Nacional de Calidad del Aire, analizados por Marcelo Mena, exministro de Medioambiente y actual director de Acción Climática de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) en conjunto a Andrés Pica, director ejecutivo del Centro de Investigación Interdisciplinario Cambio Global PUC y Paulina Schulz, consultora del Banco Mundial y del Clean Air Institute.
El cual concluyeron una observación notoria en la reducción de la actividad urbana y como consecuencia, una baja en la emisión de óxidos de nitrógeno (NOx) contaminantes producidas por el transporte, del 30 al 80%. Además, se percibió una baja de material particulado (MP2.5) en el aire, entre un 21 al 46%.
Con ello, se observó una baja de 35 casos en la mortalidad prematura por calidad del aire. Y de mantenerse durante los próximos meses hasta agosto, se presentará una reducción de unos 1.053 casos menos, considerando que mueren más de 3 mil personas al año producto de enfermedades relacionadas con la contaminación del aire.
INCERTIDUMBRE ANTE EL FUTURO CON COVID-19
Frente a diversos análisis, expertos que reflexionan este tema, algunos estiman que posiblemente exista un “efecto rebote”, un fenómeno conocido y estudiado. Pep Cannadell, director ejecutivo del Global Carbon Proyect, afirma que “existe mucha experiencia sobre el rebote después de una crisis”, como ocurrió en la recesión global de 2008, donde la recuperación fue “excepcionalmente alta debido a los estímulos económicos que se aplicaron para crecer la producción y demanda”.
Por otro lado, Fernando Prieto, manifiesta que en la lucha contra la emergencia climática es también imprescindible “la cooperación y coordinación entre todos los países, de ahí la importancia de las sucesivas COP”. Advirtiendo que la instancia que tiene la próxima COP26 de Glasgow, es el momento para compromisos vinculantes en la reducción de gases de efecto invernadero.
Sin duda, el COVID-19 ha afectado a todas y todos de manera social, económica, medioambiental y de otras formas más. Es importante que se tome como un llamado de alerta, la toma de acción y decisión frente a lo que concierne a esta lucha contra el cambio climático y la pandemia mundial.
Sin embargo, el COVID-19 ha demostrado que al parecer sí somos capaces de hacer aquello que se creía imposible.
Hoy es tiempo de analizar y pensar el próximo actuar de toda la comunidad ante el actual escenario. Y así evitar este efecto rebote que plantean expertos, con toda la unión y cooperación que merece, ya sea desde agentes importantes (instituciones gubernamentales y empresas) como entre habitantes.