El sector de la desalación y reúso de aguas residuales se comprometió a optimizar sus procesos y operaciones para generar nuevas fuentes de agua en nuestro país, con un enfoque en la eficiencia energética y la gestión sostenible del recurso hídrico, en armonía con las comunidades y el medio ambiente.
En un paso clave hacia la sostenibilidad y la mejora de la gestión hídrica en Chile, la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES) y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo firmaron un Acuerdo de Producción Limpia (APL) para impulsar una gestión sostenible en la operación de plantas y el desarrollo de proyectos de desalación de agua de mar y reúso de aguas residuales, el primero que se suscribe para este sector.
“Nuestro país necesitará más plantas desaladoras y de reutilización de aguas en el futuro, y hoy damos un importante paso al firmar un compromiso para desarrollar una industria responsable y sostenible. Esta industria buscará minimizar el impacto en los ecosistemas, optimizar el uso de energía y fortalecer la relación con las comunidades. Este esfuerzo es especialmente crucial en las regiones que enfrentan una grave escasez hídrica”, afirmó Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de CORFO.
El compromiso, que involucra a empresas operadoras de plantas desaladoras y de tratamiento de aguas, desarrolladores de proyectos, proveedores de tecnología y servicios para el sector, busca generar beneficios económicos, ambientales y sociales a nivel sectorial y en las comunidades locales. En un contexto de creciente déficit hídrico, esta iniciativa busca fortalecer la seguridad hídrica a través de estas nuevas fuentes, contribuyendo a la mitigación y adaptación al cambio climático, y reforzando la resiliencia del país.
El presidente de ACADES, Alberto Kresse, destacó la importancia de este acuerdo, en especial en el actual contexto. “La desalación de agua de mar y el reúso de aguas residuales son fuentes reales de provisión de agua para las personas y para el desarrollo de las diversas actividades económicas, en zonas con escasez hídrica. Avanzar en estas soluciones, tanto en las actualmente operativas, como en futuros desarrollos, nos permite enfrentar el cambio climático y dar resiliencia a nuestra matriz hídrica. Para esto, es imprescindible trabajar junto al Estado y, por supuesto, con las comunidades, para priorizar este tipo de proyectos, consensuar sus estándares de diseño e incorporar, progresivamente, los mejores estándares operacionales”, dijo.
Aguas Nuevas, Aguas CAP, Aguas Pacífico, AInWater, Almar Water, BloomAlert, Engie y Oneka Technologies, son algunas de las empresas que han estado apoyando el trabajo público-privado para hacer más sustentable la desalación y el reúso de aguas residuales. Además, participan en este acuerdo las Subsecretarías de Energía, Medio Ambiente y Minería, la Dirección General de Obras Públicas, la Dirección de Obras Hidráulicas, la Dirección General de Aguas, la Dirección de Concesiones, la Superintendencia de Servicios Sanitarios y la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante de Chile.
La ministra de Obras Públicas, Jessica López, destacó este esfuerzo público- privado en el actual contexto de crisis climática en Chile. “La actividad hídrica de Chile creo que es una relación no solo con que generemos más agua a partir de la desalación o el reúso, sino que reduzcamos la huella hídrica de nuestro país. Usemos menos agua, en nuestras casas y en todos los procesos productivos”. En relación al APL agregó que ”siempre firmar un compromiso es una cosa bien importante. Cuando eso lo hacen las empresas, con mayor razón (…) son hitos que declaran un compromiso que ahora tenemos que hacerle seguimiento y ojalá que se cumplan, porque la situación hídrica en Chile lo amerita”.
En tanto, la ministra de Minería, Aurora Williams, explicó que el reúso y la desalación son cruciales para la minería. Del total de agua que usa el sector, el 75% se recicla y el 25% restante proviene de agua de mar. “Para combatir el cambio climático se requiere más minería, no menos. Se requiere minería para la electromovilidad, para la transición de energías renovables y allí nosotros somos protagonistas. Somos el país y la industria que ha incorporado la desalación como una solución real al abastecimiento de agua para la minería, pero lo hacemos responsablemente, con altas normas ambientales, con altas normas sociales y ahora somos parte de este acuerdo de producción limpia que no hace más que fomentar una industria minera responsable”, señaló.
Compromisos del Acuerdo de Producción Limpia
El APL contempla acciones específicas para fortalecer las competencias necesarias en el desarrollo de proyectos y operación de plantas de desalación y tratamiento de aguas, así como para recopilar y sistematizar estándares de sostenibilidad que generen un reporte y metas sectoriales que orienten la acción de las empresas.
Además, se busca optimizar los procesos internos de las plantas desaladoras y de tratamiento de aguas residuales, reduciendo los consumos internos a través de las mejoras prácticas operacionales, así como medir y mitigar las emisiones de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), avanzando a la carbono neutralidad.
El APL también contempla la recopilación, sistematización y estandarización de la información disponible de la operación de los proyectos y plantas desaladoras y de tratamiento de aguas residuales con la finalidad de promover su transparencia y mejorar la percepción y conocimiento público de estas nuevas fuentes de agua como alternativa segura, limpia y accesible.
Desafíos ambientales y energéticos
La desalación de agua de mar se ha consolidado como una de las soluciones más prometedoras para hacer frente a la escasez hídrica en diversas regiones del país. En Chile tenemos 24 plantas desaladoras de agua de mar de tamaño mediano o mayor (de capacidad 20 L/s o superior), con tecnología de ósmosis inversa. Sumadas, estas plantas producen cerca de 10.000 L/s, siendo el país de América Latina con mayor capacidad de generación de agua, y se estima que podría triplicar su producción de agua desalada para 2030.
Más del 85% de la producción de agua desalada de los proyectos en operación está destinada a fines industriales, principalmente para el abastecimiento de la actividad minera, y más del 90% de los proyectos están instalados en la zona Norte de Chile, principalmente entre las regiones de Atacama y Antofagasta. No obstante, este aumento plantea desafíos importantes en materia de sostenibilidad, especialmente en lo relacionado a los estándares de transparencia, gestión de la información y la inserción territorial de los proyectos. Para seguir avanzando, se requieren iniciativas como esta para elevar los estándares operacionales, de transparencia y colaboración público-privada, que potencien la viabilidad de la desalación de agua de mar y el reúso de aguas residuales en el largo plazo.