La energía eólica marina, la geotérmica, las energías del mar y los biocombustibles surgen como nuevas posibilidades para un futuro dinámico y sostenible de la región.

Dra. Heidi María Bolívar Pimienta, Directora de la Maestría Oficial en Energías Renovables de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, explica el papel transformador de estas energías.

Latinoamérica debe seguir fortaleciéndose para continuar en
su camino hacia las energías renovables, que es positivo hasta el momento a pesar
del gran protagonismo que siguen teniendo las hidroeléctricas.

El quinto informe Global Electricity Review de Ember destacó que el 62% de la
electricidad de la región está generado a partir de estas fuentes, convirtiendo a
América Latina y el Caribe en líder de este sector y se proyecta que en 2024 se
inviertan más de veinte mil millones de dólares en proyectos de energía renovable en
Latinoamérica.

Cuatro energías renovables emergentes para Latinoamérica
Actualmente, existen cuatro fuentes de energía que están proyectándose como los
grandes transformadores del futuro próximo, no solo en materia ambiental, sino de la
economía como generadores de nuevos empleos y talentos profesionales. Hablamos
de las energías eólica marina, la geotérmica, las energías del mar y los
biocombustibles.

Una de sus mayores ventajas es su naturaleza renovable, inagotable y asequible las
convierte en una opción muy atractiva, pues tienen una baja huella de carbono y no
contaminan, ya que no producen emisiones ni residuos tóxicos que afecten el medio
ambiente.

Por otro lado, la aplicación de tecnologías que permitan potenciar estas fuentes
energéticas representa eficiencia, ahorro y optimización de procesos, gracias a su
gran capacidad de almacenamiento y su bajo costo en fabricación, montaje y,
principalmente, mantenimiento. Así lo explica la Dra. Heidi María Bolívar Pimienta,
Directora de la Maestría Oficial en Energías Renovables de la Universidad
Internacional de Valencia – VIU, perteneciente a Planeta Formación y Universidades.

«Estas tecnologías, por lo general, tienen una vida útil de más de veinte años y
requieren de un mantenimiento preventivo para mantener un rendimiento estable en
todo este periodo. La naturaleza de estas tecnologías es variable de ahí que su
mantenimiento pueda divergir de una tecnología a otra».

Energías renovables dinamizan la economía de los países

Estas energías no solo benefician al medio ambiente, sino que también tienen un
impacto significativo en la economía y el desarrollo de proyectos locales. Generan
empleos directos e indirectos, tanto en las fases de desarrollo como en su explotación
posterior, involucrando a profesionales, técnicos y proveedores de diversos gremios.

«A primera vista, se requieren especialistas en ciencias de la computación, big data,
ciencias físicas y campos afines para el estudio de las fuentes y el desarrollo,
implementación y funcionamiento de estas tecnologías. También son necesarios
expertos en ingeniería industrial en energía eléctrica, electrónica, química y
organización industrial, entre otras áreas», detalla la experta de la universidad.

De igual manera, se abre la posibilidad de mejorar en áreas como la de instalaciones,
gestión y desarrollo de proyectos, mantenimiento de plantas y toda la variedad de
empleos indirectos que de allí surjan.

«No menos importante es el estudio del impacto ambiental, económico y social a
través de la divulgación y educación de su importancia», concluye la experta en
Gestión ambiental integral y docente de VIU.