Uno de los grandes desafíos de la industria solar fotovoltaica hoy, es mejorar el
rendimiento de las actuales tecnologías considerando la incorporación de nuevos
materiales en su construcción. Este objetivo, compartido por múltiples empresas, centros
de investigación y el sector gubernamental, toma más importancia considerando los
efectos de los climas extremos sobre los diversos componentes.

Chile cuenta con excepcionales niveles de radiación solar en el Desierto de Atacama, lo
cual, lo convierte en el lugar ideal para realizar pruebas y adaptaciones de las tecnologías
solares a climas extremos.

Precisamente, ese es el trabajo que realiza la Corporación Tecnológica ATAMOSTEC en
la Plataforma Solar Desierto de Atacama, PSDA, ubicada a 90 kilómetros al sureste de la
ciudad de Antofagasta. Para conocer más sobre esta línea de acción, conversamos con el
gerente tecnológico, doctor Felipe Valencia Arroyave.

¿Los materiales con que se fabrican los paneles fotovoltaicos hoy son los óptimos
para zonas de alta radiación?

Hoy existen una serie de trabajos de investigación y desarrollos tecnológicos relacionados
con el efecto de las diferentes condiciones medioambientales sobre el desempeño de las
tecnologías de módulos fotovoltaicos, con el fin de incrementar su rendimiento y su vida
útil. Lo anterior, incluye las zonas de alta radiación, en donde se enfoca el trabajo de
nuestra Corporación.

Nuestro objetivo es identificar cuáles son los elementos físicos y químicos de los módulos
que son sensibles a la alta radiación, específicamente a la radiación ultravioleta (UV), y de
qué forma ésta puede ser aprovechada para incrementar la producción de energía o
puede ser bloqueada para prevenir la degradación prematura de los módulos.

En el contexto general ¿cuáles son las líneas de investigación que se siguen al
respecto, tanto en Chile como en el extranjero?

Hay dos tendencias para abordar el problema de alta radiación sobre los módulos
fotovoltaicos, concretamente, sobre el contenido de radiación ultravioleta (UV) en el
espectro solar.

La primera busca identificar alternativas para el aprovechamiento de esta parte del
espectro para generación de energía mediante celdas más estables y, por tanto, con
menor sensibilidad a la radiación UV presente.

La segunda quiere desarrollar celdas de alta eficiencia, con mayor sensibilidad a la
radiación UV, en conjunto con encapsulases que bloqueen el contenido UV del espectro
solar, y así evitar su degradación.

¿Esas son líneas de investigación que ustedes desarrollan en la PSDA?

Si, buscamos desarrollar un módulo fotovoltaico para las condiciones excepcionales del
Desierto de Atacama, dado que éste cuenta con un alto potencial para la generación solar
fotovoltaica, pero cuyo espectro de radiación tiene un contenido mayor de UV en relación
con el estándar empleado en la actualidad para la evaluación de módulos fotovoltaicos y
su certificación.

¿Cómo han resultado las pruebas o pilotajes realizados en Plataforma Solar del
Desierto de Atacama?

Desde hace cuatros años que venimos determinando las características críticas que
deben tener los módulos fotovoltaicos utilizados en condiciones extremas,
específicamente respecto a la alta radiación, las oscilaciones térmicas y la humedad.

Como resultado de este trabajo de testeo, hoy tenemos dos versiones de módulos
fotovoltaicos (ATAMO I y ATAMO II) especiales para zonas desérticas.Esos módulos, ya
estarían en condiciones de ser licenciadas para su fabricación y comercialización.

Por otra parte, seguimos realizando pruebas para mejorar las tecnologías existentes, de
forma de integrar nuevos elementos a ellas, permitiendo hacerlas más competitivas en el
mercado y más atractivas para su uso en la instalación de plantas fotovoltaicas en el
futuro cercano.

¿Sería posible que esos paneles, con nuevos materiales o tecnologías, se
fabricarán en Chile?

Precisamente, otro de nuestros objetivos es evaluar la factibilidad técnico-económica de la
fabricación de módulos fotovoltaicos para condiciones de alta radiación, y en general,
módulos con condiciones de mayor stress en comparación con las establecidas en el
estándar para la evaluación y certificación de módulos fotovoltaicos vigente.

El análisis de factibilidad comprende la implementación de una fábrica de módulos en el
país y de su dimensionamiento, así también, un análisis del mercado potencial que podría
ser atendido en caso de que dicha fábrica fuese instalada.

Dentro de los resultados obtenidos hasta la fecha, se rescata que la factibilidad de fabricar
módulos fotovoltaicos en Chile está dentro del intervalo de precios actuales del mercado,
aunque su tendencia es a ubicarse en el límite superior desde el punto de vista
económico.

¿Más allá de las variables técnicas y económicas existen otros factores que podrían
incidir en la posible fabricación de módulos en Chile?

Si, por ejemplo, el empuje de las políticas de transición energética adoptadas por países
de Latinoamérica y el cierre de algunas plantas de fabricación de módulos comerciales.
Lo anterior, podrían ser oportunidades para una potencial fabricación en Chile. No
obstante, se debe considerar una tendencia negativa de los precios en los módulos
fotovoltaicos produciendo incluso el quiebre de compañías europeas, debido a la posición
dominante de los desarrolladores chinos.