• Notables iniciativas de escolares de Toconao son apoyadas por el Programa PAR Explora de Conicyt región de Antofagasta, ejecutado por la Universidad Católica del Norte.

En el desierto más árido del mundo, a 2.475 metros sobre el nivel del mar y en una localidad de tan solo 647 habitantes, un grupo de escolares desarrolla investigaciones científicas enfocadas en la purificación de aguas y la obtención de electricidad a partir de una bomba hidráulica en la matriz de un canal de regadío, iniciativas que buscan ser un aporte al uso sustentable y eficiente del agua en el país y el mundo.

Toconao (“lugar de piedras”, en lengua kunza), es un poblado que forma parte de la comuna de San Pedro de Atacama y que se localiza a 349 kilómetros de Antofagasta. Allí, estudiantes del Complejo Educacional Toconao han observado su entorno y asumido el compromiso de contribuir no solo con su realidad local, sino que también con el país y el mundo, aportando al uso sustentable y eficiente de los recursos hídricos.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha definido 17 objetivos mundiales de desarrollo sostenible, dentro de los cuales se encuentran “agua limpia y saneamiento” y “energía asequible y no contaminante”. Además de estar alineadas con estos objetivos, las iniciativas de investigación científica escolar -impulsadas por el programa Explora en diversos establecimientos del país- han nacido desde el propio interés de los estudiantes, quienes están conscientes de la importancia de cuidar el agua que alimenta el oasis donde viven, el que posee cultivos de frutas y especies nativas en el desierto más árido del mundo.

SOL, AGUA Y VIDA

Carolina Barboza, estudiante del Complejo Educacional Toconao, comenta que el Sol y el agua son fundamentales en la identidad cultural de su comunidad, puesto que gracias a ellos ha sido posible la agricultura y, por consiguiente, la vida. Por este motivo, enfoca su investigación científica escolar en la purificación del recurso hídrico del río Vilama para la hidratación y el cuidado de árboles frutales. Esto, luego de darse cuenta que en el ayllu de Tulor se enfrentan a una problemática que les dificulta usar el agua disponible.

“Mi investigación consiste en purificar y reutilizar aguas para poder plantar árboles frutales en ciertos lugares de la comuna de San Pedro de Atacama, centrándonos en el ayllu de Tulor. En ese lugar no se pueden plantar este tipo de especies con el río que abastece a la comunidad, ya que se dice que el líquido es muy pesado”, comenta.

En ese sentido, la estudiante señala que el valor del proyecto radica en la relevancia que tiene la agricultura para su comunidad, rescatando lo propio y mostrando sus costumbres y tradiciones. “Nuestras familias nos inculcan siempre rescatar lo nuestro y dar a conocer nuestros productos, como el algarrobo, el chañar, la granada, el membrillo y otras frutas que se dan en el lugar”, explica.

Carolina Barboza espera que su investigación científica escolar ayude a su comunidad y que también pueda ser replicada en otras localidades que tienen el mismo inconveniente. “Espero que este proyecto se pueda aplicar, con el fin de que exista un mayor desarrollo de la agricultura, porque nuestros padres y abuelos se sustentan con la venta de frutas que venden en la feria o a los turistas”, enfatiza.

REUTILIZAR EL AGUA

“Obtención de electricidad a partir de una bomba hidráulica en la matriz de un canal de regadío” es el nombre de la investigación científica escolar del también estudiante del Complejo Educacional Toconao, Alen Osandón.

El estudiante explica que la idea obedece a la escasez del recurso hídrico en la zona, por lo que la reutilización del agua para la obtención de electricidad es crucial, puesto que así se hace un uso sustentable y eficiente. Además, a través de este mecanismo se aprovecha la energía limpia que producen los ríos, teniendo en cuenta que el suministro con el que cuenta actualmente su comuna es por medio de un generador que a veces falla cuando las condiciones climáticas no son favorables.

“Mi proyecto tiene como objetivo obtener energía limpia, en este caso hidráulica, de los ríos de la zona, considerando que el agua de estos se ocupa para regar los cultivos, pero además porque se puede reutilizar para obtener electricidad mediante una bomba hidráulica”, resalta.

Alen Osandón espera que la iniciativa contribuya a mejorar la calidad de vida de su comunidad, a fin de contar con electricidad por medio de energía limpia, lo cual a su vez también puede replicarse en otras localidades del sector.

LO LOCAL

Cristian Álvarez, profesor de Física y Química del Complejo Educacional Toconao, cuenta que en total fueron cuatro los proyectos que se adjudicó su establecimiento tras concursar en el Programa de Clubes de Investigación Científica Escolar (ICE) 2019, convocado por el PAR Explora de Conicyt región de Antofagasta, que es ejecutado por la Universidad Católica del Norte (UCN).

El docente agrega que las iniciativas buscan solucionar problemáticas que los mismos estudiantes han identificado en su comunidad, teniendo como sello el valor y la identidad cultural de los pueblos originarios de la región de Antofagasta. “Nuestros estudiantes trabajan en función de los problemas que ven a diario, por lo que la observación científica les ha permitido contextualizar su trabajo con la intención de apuntar a mejorar la calidad de vida. Pero la idea es que esto no termine acá como un trabajo escolar, sino que sea perpetuo y que se aplique a las diferentes comunidades”, subraya.

El profesor Álvarez destaca el apoyo del programa ICE, puesto que es por medio de iniciativas como esta que estudiantes de localidades tan lejanas como Toconao pueden acceder a fortalecer la valoración de la ciencia y la tecnología. “Por ejemplo, tenemos estudiantes que son de Socaire, ubicado a 3.200 metros sobre el nivel del mar, que tienen la posibilidad de trabajar y aplicar la ciencia, a través del apoyo del programa ICE”, añade el profesional.

El director del Centro de Investigación Tecnológica del Agua en el Desierto (Ceitsaza) de la UCN, Dr. Francisco Remonsellez, valora que sea la propia comunidad -en este caso estudiantes- la que busque soluciones a un problema que es global. “Estas iniciativas tendrán un gran impacto, porque los estudiantes del Complejo Educacional Toconao quieren estudiar la calidad del recurso hídrico que poseen y con ello van a proponer soluciones para tratarla y darle el uso para la agricultura, lo cual tendrá un fuerte impacto en su propia comunidad”, comenta el Dr. Remonsellez, también académico del Departamento de Ingeniería Química de la UCN.

Respecto al estrés hídrico de la región, el director del Ceitsaza explica que si bien ciudades como Antofagasta están generando recurso hídrico a partir de procesos de desalación, son las comunidades rurales las que tienen mayores complicaciones. “El problema del agua se da por varios aspectos, uno es porque compiten con las extracciones de agua de las grandes empresas mineras, y otro, por las características geológicas propias de los lugares, que inciden en la calidad del vital elemento, por lo que dificulta su uso en agricultura”, agrega.

Finalmente, el Dr. Remonsellez manifiesta que lo interesante de este tipo de iniciativas es que podrían ser aplicables en otras comunidades de similares características, lo cual aportaría significativamente no solo al país, sino que al resto del mundo.